domingo, 20 de junio de 2010

Whisky


Whisky
Dir: Juan Pablo Rebella y Pablo Stoll
Año: 2004

Me senté en el computador para buscar una referencia sobre esta película, revisar de nuevo el trailer y pensar el porque esta película había causado una extraña conmoción. Al revisar la filmografía, entre otros datos sobre Whisky, descubrí estupefacta que uno de sus jovenes directores había fallecido hace algunos años. Juan Pablo Rebella, cineasta que junto a su amigo Pablo Stoll habían logrado posicionarse gracias a sus dos exitosas películas, 25 Watts y Whisky, con varias nominaciones a Cannes y otros galardones de talla importante. El director decidió acabar con su vida una mañana cualquiera, como los días taciturnos que muestra su película. La gran diferencia, es que este hombre no era una no-persona, era en cambio, un director que prometía, quizás mas de lo que él mismo logró vislumbrar en el momento en que tomo la trágica decisión.

Luego de saber un poco sobre la historia que rodeaba la película, esta quedó envuelta para mi en un marco mas mítico que propiamente audiovisual.

Whisky una película bien lograda, con una sencillez que vislumbra por la precisión de cada toma, y del acierto narrativo sobre retratar unos personajes mas cercanos a la vida que al mismo cine. Jacobo es un judío dueño de una empresa de medias que ya esta en declive. Un hombre atormentado por la monotonía y silenciado por la soledad abismal que padece. Es esta película el encuentro de tres soledades diferentes, su hermano Herman que viene de Brasil para poner en la lápida a su madre, es la oposición de Jacobo. Herman es un hombre exitoso, con una familia y una buena posición laboral, también dueño de una empresa de medias en ascenso. El otro personaje es Marta, una mujer trabajadora y fiel a su patrón Jacobo. Mujer que también padece del mismo mal, la repetición de las primeras escenas es el recurso para comprender la rutina de sus vidas, es el vacío de unos seres solitarios, que pese a compartir mucho tiempo juntos en el horario laboral, se desconocen. Ellos mismos son desconocidos para quien asiste al drama. Pero la historia de estos dos personajes cambia con la llegada de Herman, Jacobo pide a Marta que se haga pasar por su esposa. A la llegada de Herman, la rutina queda rota, estos personajes son arrojados a la complicidad de su soledad, Marta, una mujer con una tristeza que a veces hasta desborda en la ternura, como en la última escena del film. Ella decide aceptar ese nuevo giro en su destino, así sea solo momentáneo, acepta hacer parte del juego, porque sabe conclaridad que luego de concluida la estadía de Herman en casa de Jacobo, su vida y la de él volverán a ser las mismas.

Este film nos deja ver un problema a grandes rasgos; la soledad, en una sociedad cada vez mas atiborrada de gentes, pero así mismo mas ausentes de almas. Son las sombras que se encuentran, no más que para ver el reflejo de sí mismos y hacer visible la distancia que los separa. Estos personajes logran tener la cercanía que su abismo les permite.

Marta intenta salir de sí misma, aceptar ese rol repentino, pero Jacobo acompaña el engaño, con la sensación egoísta de que nada puede hacer cambiar esos recovecos y vacíos internos. Herman es la pieza encargada de mover para un lado y otro el juego, también es este un ser acompañado por la culpa. Así pues, Whisky es una película para aquellos espectadores, que quieran ver en la cotidianidad y la aparente trivialidad del día, un drama cargado de emociones silenciadas y de momentos estáticos donde lo único que ocurre, es la misma nada representada en sus personajes y de la ambigüedad existente en las relaciones humanas.

Y el Whisky es sólo para el momento donde la cámara retrata el engaño de una frase.

Digan todos:

¡Whisky!